
Patricia Berni Betancourt*
Los días malos, cuando no logro ni siquiera soportarme, duermo, como, miro televisión. Me quedo en silencio con la ventana abierta escuchando el mundo. Una hormiga mancha la pared blanca, camina en línea recta directo al plato sucio que he dejado en la cocina. Toma la porción que puede cargar, vuelve sobre el camino andado y desaparece en un pequeño agujero. Regresará con otras. Dará aviso sobre el suculento banquete, llevando la prueba a cuestas. Vendrá un ejército de hormigas a limpiar los platos que yo no he querido enjuagar. En su comunidad salen juntas a trabajar. Construyen un mundo detrás del muro. Yo estoy aquí, quieta, contemplándolas muda, sucia, sola, esperando a que llegue el lunes para salir del agujero también a trabajar. No construyo mundos. Apenas traigo el pan que tira la migaja con la que insectos construyen universos.
Cierro los ojos y veo a una de ellas, separada del resto, quieta, sola, muda. Mirando el vaivén de las demás. Ella sólo allí, ajena, apócrifa, ocupando un espacio del mundo que no construyó.
Apenas puedo respirar. La existencia aplasta. No quiero estar. Hoy no. Que pasen los tiempos de incertidumbre. La espera me aniquila. Es el desierto, la noche seca. El taller del alma hecha templanza. Una conoce el desasosiego en el peor silencio. Quema la arena de día y arde la orfandad de la noche. Me tengo a mí. Reducida. Silenciada. Absurda. Un día más desperdiciado en la contemplación de la nada. Los pensamientos son una carga innecesaria. Quiero dormir.
Tan diminuta. La saliva es lava cayendo a través de la tráquea. Respiración imperceptible, violento temporal.
*
No hago sino existir doliente.
No quiero estar. Hoy no.
En la quietud brilla la cobardía.
Mañana pretendo ser lo que no me atreví ayer.
Entera como nunca, absurdo absoluto.
Entera como nunca. Siempre herida.
Existieron días de ideas húmedas. Fantasías. Promesas. Entonces caminaba bajo la lluvia. La distancia era un pretexto para liberar el vuelo. Miré atardeceres frente a tazas humeantes de café.
Quién como aquél que se atrevió a ser.
La pared manchada de una línea recta de hormigas en marcha.
*
*Estudiante del diplomado en escritura de Literaria Centro Mexicano de Escritores.